¿Verdadera o Falsa?
Por: Joaquín Mesonero Morillo
Esta es una leyenda que e estado escuchando durante años, en 1960, La leyenda nos habla de un personaje muy conocido, Juan araújo Delantero Centro del Sevilla FC conocido como "El Pato" por su manera de correr y del Señor del Gran Poder.
Según cuenta la leyenda, una vez retirado del futbol Juan montó un negocio, su hijo cayo enfermo gravemente, por lo que Juan lleno de esperanzas acudía por las tardes a San Lorenzo, para pedirle al Señor del Gran Poder por la vida de su hijo, pero el niño no llegó a superar su enfermedad y murió, roto de dolor, Juan movido por la rabia se dirigió a la iglesia y lleno de ira, se le encaró al Señor diciéndole:
“Que sepas que no vendré más a verte porque no has querido salvar a mi hijo. Así que si quieres verme, vas a tener que ir Tú a mi casa. “
De esta forma se despedía Araujo del Señor, perdiendo en si, la fe, ante el dolor que sufría por la pérdida de su hijo
Lo que no se esperaba Juan, es que, con el propósito de fomentar la Devoción donde gozaban de menor presencia, a petición del Cardenal Bueno Monreal, se organizará una salida extraordinaria, a la que llamaron "La Santa Misión" donde un total de 55 hermandades recorrerían con sus imágenes titulares distintos Barrios de la Ciudad de Sevilla, en los cuales se instalaron centros de oraciones. El ambiente del Concilio Vaticano II estaba vivo y era el momento idóneo para que la Iglesia, a través de las cofradías, penetrando por todos y cada uno de los poros de la Ciudad, “Dios quiere hablarte, óyelo”, rezaba el cartel.
De forma que, la Macarena fue llevada al Polígono de San Pablo, la Amargura a la calle Calatrava, el Cristo de Burgos al Cerro del Águila, la Soledad de San Lorenzo al cementerio y a San Jerónimo, la Esperanza de Triana fue a la escuela de San José de Calasanz…
La Virgen de las Aguas camino de San Laureano
La Dolorosa del Valle cruzando por el Puente de Isabel II
Al Señor del Gran Poder se le asignó el Barrio de la Candelaria, la Parroquia de Santa Teresa y a la Dolorosa al centro misional del colegio San Fernando, por lo que, el 28 de enero de 1965, el Señor y la Virgen cruzaron el Puente de San Bernardo, dirección a Nervión, para poder dirigirse hacía el sanatorio de San Juan de Dios donde se haría una parada, una vez en la zona comenzó a llover, por lo que decidieron refugiar las imágenes en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, junto a la Gran Plaza, pero el templo estaba cerrado, mientras buscaban al capiller decidieron resguardar al Señor del Gran Poder en un taller de mecánica que se encontraba junto al templo, los hermanos del Gran Poder llamaron a la puerta del taller, siendo el propio Araujo el que levantó la persiana y cayó arrodillado ante el Señor del Gran Poder que había venido a verlo.
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